Blog de Pierre Calame

En mi reciente carta periódica, dije toda la importancia de la COP22 ya que más allá del aparente éxito del acuerdo de París, es evidente la esquizofrenia entre la necesidad de mantener el recalentamiento climático debajo de 2° y la realidad de los compromisos de los países. Dos protagonistas podrían ser decisivos para la COP22: por una parte, la Unión Europea si acepta comprometerse y si sus Estados Miembros le dejan la libertad de hacerlo; por otra parte, una coalición de los países víctimas del cambio climático. Aún faltaría que las dos –la UE y la imaginada coalición– sean portadoras de propuestas fuertes y nuevas. Es éste el sentido de las propuestas que presenté en la primavera del 2015 al Presidente de la Comisión Europea. Les había enviado el texto de propuestas en inglés.

Encontrarán adjunto en español un texto más detallado.

“El acuerdo de París es “el mejor acuerdo posible”… dentro de las formas actuales de las negociaciones internacionales y teniendo en cuenta la agenda de la ONU. No obstante ello, es bastante débil en relación a los desafíos reales que hay que afrontar. Esto significa que lo que habría que reconsiderar son precisamente los términos de la negociación internacional y la agenda de la ONU. La COP22 de Marrakech puede contribuir en ese sentido”.

La costruzione dell’Unione rappresenta l’evento geopolitico più importante del ventesimo secolo, esempio unico di condivisione pacifica di una parte della sovranità nazionale tra gli stati membri; questa condivisione è la principale sfida che dobbiamo vincere per la affrontare la questione vitale della salvaguardia del bene comune globale. Ma la stessa Unione Europea è a rischio. Non arrendiamoci! Creiamo un effettivo dibattito tra cittadini sul nostro futuro comune. I due documenti allegati sono contributi al dibattito.

¿Habrá un acuerdo en París en la COP21? Por supuesto. La única pregunta realmente válida es la de saber si dicho acuerdo nos pone o no sobre el camino de un compromiso de los Estados que lleve a mantener el aumento de las temperaturas por debajo de 1,5 o 2°C máximo y que permita poner a disposición medios de financiamiento sustanciales y nuevos para ayudar a los países más pobres y más vulnerables a adoptar un modo de desarrollo sostenible y adaptarse a los efectos de un calentamiento que ya es inevitable. En ese punto, las cuentas no cierran todavía.

Y aura-t-il un accord à Paris à la COP21 ? Bien sûr. La seule question qui vaille est de savoir si cet accord nous met sur le chemin d'un engagement des Etats conduisant à maintenir la hausse des températures en dessous de 1,5 voire 2° et permettant de dégager des moyens financiers substantiels et nouveaux pour aider les pays les plus pauvres et les plus vulnérables à adopter un mode de développement durable et à s'adapter aux effets d'un réchauffement déjà inéluctable. Là, clairement, le compte n'y est pas.

The crisis does not only call into question the way in which the world is governed and the political inaptitude of governments in finding a way of cooperating in order to manage these relations. Its roots are in our representation of the world and the way we see human societies within the biosphere. It questions our ability to understand and accept complexity, to think and act when relations between beings and things become more important than each of these beings of things on their own. This is why education should be at the forefront of concerns.

Así pues, el derecho, cuando es imaginativo, en virtud de su plasticidad puede adaptarse más rápido que las autoridades políticas para hacer frente a situaciones nuevas y los jueces están en medida de anticipar y crear nuevas formas de regulación en caso de que éstas no existan. Tal es exactamente la situación en la que nos encontramos en la actualidad.

Ainsi, le droit, s'il est imaginatif, a pu, par sa plasticité, s'adapter plus vite que les autorités politiques à des situations nouvelles et les juges sont en mesure, en cas de carence de celles-ci, d'anticiper et de créer de nouvelles formes de régulation. Or, c'est exactement la situation où nous nous trouvons aujourd'hui.

Although there is much talk about a binding agreement, this was already the case twenty years ago. And we know what the result is when there is no solid legal foundation on which to make countries, governments and companies accountable when they fail to respect their “commitments”.